Venga, venga.

Venga, venga. Por qué no lo haces, no eres capaz de mirarle a la cara; tanta vergüenza te da que hasta los ojos te arden. Y aún esa rabia y ardor de ojos tienes al escribir estas meras palabras que ni lo haces. Pero habla, grítales a la cara TODO, PERO NO TE ACODARDES.
Sois iguales, y estás más tranquilo después de escribir estas mal hechas líneas pero,... aún así no llegarás a nada. Solo tú  puedes cambiar la opinión de esas personas, y si has hecho algo mal pues te levantas del suelo y les gritas que tú eres así y no cambiarás porque las personas no deben cambiar si no quieren de verdad. Y si lo hacen siempre será por un tiempo y un 5 % de su capacidad mental habrá podido cambiar. Y si no les gustas después de tu coraje... solo salta y vuela como los hacen los pájaros porque sino no serás libre de verdad. Porque al pensando en lo que digan los demás de ti antes que en ti mism@ es estar condenándote para siempre a no tener alas por volar como una mariposa.